El huracán Milton se intensificó rápidamente al pasar sobre aguas excepcionalmente cálidas en el Golfo de México, donde las temperaturas de la superficie del mar son alrededor de 1-2C por encima del promedio.
Las aguas más cálidas significan que los huracanes pueden recoger más energía, potencialmente llevando a velocidades de viento más altas.
Una atmósfera más cálida también puede retener más humedad, hasta aproximadamente un 7% por cada 1C de aumento de temperatura. Esto significa que las lluvias de los huracanes pueden ser más intensas.
Y los niveles globales del mar han estado aumentando en las últimas décadas, en gran parte gracias al calentamiento global.
Esto hace más probable que una marejada ciclónica dada lleve a inundaciones costeras.
En Florida, los niveles promedio del mar han aumentado más de 7 pulgadas (18 cm) desde 1970, según datos del gobierno de EE. UU.
Se necesitará un análisis científico completo para cuantificar el papel exacto del cambio climático en el huracán Milton.
Pero su rápida intensificación encaja con las expectativas de cómo están cambiando estas tormentas en un mundo cada vez más cálido.