La inteligencia artificial puede liberar tiempo para que los directores se involucren con el personal y los estudiantes.

Imagine una escuela donde el director pase menos tiempo enterrado en papeleo y más tiempo en las aulas, apoyando a los maestros y fomentando un entorno de aprendizaje inclusivo para estudiantes con discapacidades.

Abrazar la inteligencia artificial (IA) puede hacer realidad esta visión.

La IA tiene el potencial de revolucionar el liderazgo escolar al aliviar la carga administrativa de los directores. Los directores son fundamentales para desarrollar la cultura escolar y dirigir nuestras escuelas hacia prácticas más inclusivas. Su orientación y toma de decisiones para el aprendizaje profesional, la promoción de resultados deseados específicos y la asignación de presupuestos y recursos impactan directamente en la experiencia de los estudiantes.

Cuando un líder escolar está apasionado por crear entornos de aprendizaje inclusivos y garantizar que los estudiantes tengan más acceso al currículo de educación general, poco puede detenerlo, excepto, por supuesto, las cada vez más numerosas tareas y trámites que los mantienen en sus oficinas y alejados de las aulas.

Solo el año pasado, la Asociación de Administradores Escolares de California (ACSA, por sus siglas en inglés) se centró en el creciente número de mandatos duplicados en los que los líderes de distrito y escolares están invirtiendo tiempo valioso como una de sus plataformas para el Día de Acción Legislativa. Casi 400 líderes educativos se reunieron en Sacramento en abril pasado para exigir cambios en varias áreas, incluida la rendición de cuentas simplificada: pidiendo menos tiempo dedicado a escribir planes y informes separados para los muchos programas estatales y federales (a menudo redundantes o superpuestos), para que más tiempo se pueda pasar en las aulas.

No solo los directores son responsables de numerosos planes requeridos por el estado, también tienen planes del sitio escolar, planes de emergencia, una gran cantidad de evaluaciones para escribir, boletines para la comunidad, correos electrónicos para responder, sitios web para mantener actualizados, datos para revisar y analizar, la lista continúa. La carga de trabajo de los directores ha aumentado drásticamente a lo largo de los años, y deberíamos estar preocupados si queremos un liderazgo efectivo en nuestras escuelas.

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En gran parte de mi trabajo con administradores en la creación de escuelas más inclusivas, abordo estos problemas a través de ideas como compartir responsabilidades, delegar tareas e inventariar iniciativas para ayudar a optimizar los recursos, incluido el tiempo; y ahora estoy agregando una nueva: ¡Abrazar la IA!

Nuevas herramientas, incluidos los asistentes virtuales de IA, o SchoolAI y TeachAI, pueden automatizar tareas administrativas rutinarias como la programación, el seguimiento de la asistencia, el análisis de datos y la generación de informes. Herramientas como ChatGPT, Grammarly y Co-Pilot pueden resumir nuestras notas, editar nuestra escritura y ser compañeros de pensamiento cuando nuestros cerebros están fritos. Solo esta semana he usado herramientas de IA para ayudar con la reformulación y edición de mi escritura, redactar un agenda y crear imágenes originales para usar en presentaciones sin tener que buscar en la web lo que necesito, en total, ahorrándome algunas horas.

Y piense en lo que nuestros directores podrían estar haciendo con unas pocas horas adicionales a la semana: observar aulas, proporcionar retroalimentación instructiva y saludar a los estudiantes. En el Centro de Liderazgo Inclusivo de la Universidad Chapman, trabajo con administradores escolares de K-12 apoyando su planificación estratégica y brindando desarrollo profesional. Escuchamos una y otra vez que una de las mayores barreras que enfrentan los administradores en la creación de entornos inclusivos para estudiantes con discapacidades es la falta de tiempo, así que eliminemos esta barrera.

Mientras trabajamos en mejorar la calidad de la educación para estudiantes con discapacidades, aprovechar la tecnología y la IA para lograr esto es una obviedad. Entonces, ¿por qué no usarlo como una herramienta para los administradores y no solo para nuestros estudiantes?

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Además de asumir algunas de las tareas mundanas, la IA incluso puede ayudar a identificar tendencias y áreas de mejora a través del análisis de datos, ayudando a los directores a tomar decisiones informadas que apoyen a todos los estudiantes. Una vez que los administradores adopten la IA, piense en cómo los maestros pueden usarla. Las posibilidades son infinitas y ahorran tiempo.

Por supuesto, existen preocupaciones válidas sobre la inteligencia artificial, como la privacidad de los datos y el temor de que la tecnología reemplace roles humanos. Debemos pensar en la IA como una herramienta para mejorar las capacidades humanas, no para reemplazarlas. Necesitamos salvaguardias adecuadas para abordar las preocupaciones de privacidad, pero resolver estos problemas no debería impedirnos usar la IA en beneficio de nuestras comunidades y estudiantes. No abogo por que la IA se haga cargo de todas las tareas de nuestros líderes escolares, como generar toda la comunicación escolar, evaluaciones de maestros y planes de educación individualizados. Pero puede ayudar a través de la edición, la clarificación y la síntesis en el proceso de redacción, incluso ayudando a comunicarse con audiencias específicas y tono. La mayoría de los administradores, incluido yo mismo, hemos enviado un correo electrónico que luego quisimos haberle pedido a la IA que lo revisara primero.

Al abrazar la IA, las escuelas pueden capacitar a sus líderes para pasar más tiempo fomentando un entorno de aprendizaje inclusivo, solidario y efectivo. Es hora de que la educación aproveche el poder de la IA para beneficiar a todos los estudiantes.

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Kari Adams dirige el Centro de Liderazgo Inclusivo en el Instituto de Políticas Thompson sobre Discapacidad de la Universidad Chapman y lidera la Coalición de Líderes Escolares Inclusivos. Anteriormente fue administradora de educación especial en una escuela pública.

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