HOY
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Todo es dialogar
- El gerente de Commema del Mayoreo, Denis Duarte, indicó que siempre buscan cómo dialogar con los comerciantes para que cooperen con el ordenamiento.
- El reglamento de los mercados faculta a Commema para que cierre tramos en caso de que no se acaten las reglas, pero estos tipos de casos no se dan porque siempre llegan a acuerdos.
La mayoría de las personas se refieren a los mercados capitalinos como un lugar donde impera el desorden, sin embargo, nadie nota los esfuerzos que se realizan por tratar de ordenar los diferentes sectores para bienestar de los visitantes y de los mismos comerciantes.
El pasado lunes la Corporación Municipal de Mercados de Managua (Commema) del mercado Mayoreo, marcó con una línea amarilla los límites que no deben violar los comerciantes para despejar las vías, principalmente en sitios muy concurridos.
El ordenamiento se inició en el sector conocido como “Repollo”; el comerciante José Raúl Salmerón Acosta indicó que él estaba un poco salido hacia la carretera pero desde que los ordenadores pusieron la raya, acató la orden.
“Aquí no había raya, estaba un poco salido, después vinieron y nos dijeron que no podíamos estar ahí, rayaron entonces, nosotros obedecemos y nos metimos”, dijo Salmerón.

Molestia
En cambio, otros comerciantes expresaron que Commema les dejó poco espacio para ofrecer sus productos.
En el caso de la vendedora Juana María Sevilla, que ofrece verduras, expresó que no se va a quitar de la orilla de la carretera porque ella es pobre y necesita vender sus productos. Además, aseguró que Commema no marcó por igual todos los sectores.
“La ley no es pareja, solo a los pobres que no nos podemos defender (nos la aplican), a los millonarios no los han marcado, no sé por qué”, expresó Sevilla.
Algunos comerciantes no acatan las reglas aduciendo que si los demás vendedores no lo hacen, ellos tampoco.
En el caso del comerciante Teófilo Mejía, la raya que Commema puso en su lugar lo deja reducido para comercializar y aduce que no le alcanzarían ni cien repollos. “El ‘lugarcito’ queda muy ‘chiquito’, hubiera sido unas cuatro varas, muy reducido el espacio y no da para vender más”, criticó
